Se la he puesto en la PDI para que, entre todos, pintaran la mitad que le faltaba.
Como siempre que les planteo una actividad de este tipo, enseguida se han puesto manos a la obra, y con mucha ilusión han ido saliendo a la PDI para hacer una parte del dibujo, aportando de esta forma un trocito cada niño, y logrando terminarlo de forma colaborativa.
Sin colorear
Coloreado.
Además de trabajar de forma individual sus propio cuadro de simetría, hemos trabajado con la programación de nuestros robots, pero con 3 a la vez. Mucho más divertido.
Los robots están preparados para jugar, pero les falta en contenido del tapete.
Para ello, hemos buscado nuestra caja mágica a ver lo que contenía. Cuando han abierto la caja y han descubierto que dentro estaban sus fotos se han emocionado. Pero de repente han visto que estaban cortadas por la mitad, y les ha hecho mucha gracias.
Han ido saliendo de 3 en 3, eligiendo el robot que querían utilizar y programando los 3 a la vez. Tienen tanta soltura ya, que casi no me necesitaban para nada. Sólo para decir 1, 2 y 3 todos a la vez le damos al OK.
Así, los tres robots de han paseado por el tapete siguiendo las pautas que les han marcado los niños para llegar a sus mitades de fotos, sin chocarse ninguno en ningún momento.
Con la mitad de su foto en una mano, y programando al robot elegido, han logrado recoger la otra mitad de su cara con la ilusión de conseguir el reto, comprobando que su amigo les hace caso.
Ha sido espectacular ver cómo contaban los pasos, se giraban su cuerpo para comprobar el lado al que debían dar el giro y cómo todos han logrado su objetivo para recuperar la otra mitad y juntarlas para ver sus caras de cuando eran pequeños.
¡ Reto conseguido!
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