Y, cuando la seño ha dicho que podían abrirlo, se han encontrado en la alfombra una caja con luces que van cambiando de color: "una caja mágica", la caja de luz de la clase.
Nos ha venido muy bien para comprobar que los niños conocen perfectamente los colores.
Una vez presentada esta nueva amiga, todos han ido colocando una pieza transparente del color y tamaño, que han elegido ellos mismos, sobre la caja, descubriendo lo bonito que se ve con la luz que lleva dentro.
Ha sido una experiencia que les ha gustado mucho, y estoy segura de que les gustará mucho más cuando la utilicemos con otros materiales que iremos presentando poco a poco.
Y este es el resultado del montaje de su primer encuentro con la caja de luz.
Madre mía...la mesa de luz...si me dicen hace un año que mi hijo disfrutaría aprendiendo con el método Montessori en la escuela, no me lo habría creído. De verdad que no sé cómo darte las gracias. Soy una apasionada de este método que por desgracia no puedo aplicar con mis alumnos de Secundaria. Gracias de verdad por ser tan innovadora y entusiasta en tu metodología. Nuestros hijos son unos privilegiados.
ResponderEliminarGracias a ti Irene por tus comentarios. Saludos
EliminarBuenas!
ResponderEliminar¿La mesa te la has confeccionado tú? Yo hace tiempo que quiero hacer una, pero no he visto el momento ni sé por dónde empezar. ¿Me puedes ayudar?
Un saludo!
Si, la hicimos entre los niños, algunos padres y yo. Cada uno aportó algo. En mi blog de recursos hice una entrada explicando cómo. Espero que te ayude: http://etapainfantil.blogspot.com.es/2015/07/caja-de-luz-casera.html?m=0
EliminarPor supuesto, si necesitas ayuda para fabricar algún material, cuenta conmigo (sé que son bastante caros).
ResponderEliminarMuchas gracias Irene, lo tendré en cuenta. Aquí los materiales siempre son caseros y pensando en el ahorro. Creatividad e imaginación y eso es gratis :-) Saludos
EliminarSon realmente bonitas tus clases, Salomé; a Ariel le encanta todo lo que sea luz, en casa no hace más que cogernos la linterna en cuanto puede. Si cuando yo era peque hubiera disfrutado de unas clases así, hubiera ido con más disposición y alegría al cole, aunque claro, yo no empecé hasta los cinco años. Saludos a todos.
ResponderEliminarMuchas gracias Jesús por tus comentarios, para mi es fundamental que los niños vengan contentos al colegio. Creo que es lo más importante: que sean felices y disfruten aprendiendo. Ese es mi lema. A ver si lo conseguimos. Saludos.
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