Ya se ha convertido en tradición la fiesta del agua para despedir el curso y protegernos del calor.
Los niños han venido hoy preparadísimos con sus bañadores, crema protectora, gorras y zapatillas, pero sobre todo con sus pistolas de agua con las que han disfrutado muchísimo.Además, hemos tenido una máquina de hacer pompas que ha ayudado a que la diversión sea mayor.
Una vez terminado el tiempo de juego, como estaban muy mojados, hemos hecho un poco de yoga y mindfulness para secarnos y de paso relajarnos un poco ya que las descargas de adrenalina les han dejado algo nerviosos, y esta actividad les ha venido muy bien.
Da mucho gusto pasarlo tan bien. Es la mejor forma de terminar un ciclo lleno de aventuras y experiencias.
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