Una vez picadas, hemos pegado un papel celofán del color de esa lupa y han jugado con ellas descubriendo que las sombras no siempre son negras o grises. Si se ilumina con un papel translúcido de color, la sombra que se proyecta es de ese color.
Hemos puesto un niño y una niña de papel colgando del cañón de la PDI, y mis alumnos han ido enfocando con las linternas a esos muñecos a la vez que movían la luz para que pareciera que bailaban al ritmo de la música. ¡Ha sido genial!
Al final de la semana, tras tanto trabajo de picado y perfectamente realizado, se han llevado a casa sus lupas para seguir investigando con sus familias. Así de orgullosos posaban los niños antes de irse.
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