No podemos olvidar, a la hora de trabajar un proyecto sobre el sonido, el significado del emisor y receptor.
A pesar de ser dos palabras un poco complejas para estas edades, como siempre, intentamos que los niños sean actores directos y vivencien de la mejor forma posible el significado del contenido que queremos trabajar, por lo que decidimos hacer una manualidad de las de toda la vida: el teléfono con yogures.
Se trata de dos yogures unidos por una lana tensada, por la que se trasmite el sonido. Un niño hace de emisor (habla por uno de los yogures) y el otro se lo coloca en el oído (haciendo de receptor).
Los niños decoraron libremente sus yogures con témpera sólida. Luego los unimos con lana, metiéndola con una aguja y asegurándolo con un nudo.
Luego, probaron sus teléfonos y sólo con ver sus caras, se comprueba que el sonido llegaba perfectamente.
Para comprobar si lo habían entendido, dibujaron dos niños que tenían un teléfono como el nuestro. Primero dibujaron a los niños y luego pegamos una pegatina a modo de teléfono y un trozo de lana uniéndolos. Aquí tenéis alguno de los trabajos.
Además, se atrevieron a escribir las dos nuevas palabras aprendidas: emisor, receptor.
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